miércoles, 12 de noviembre de 2008

Halloween...(muajajaja)



Empecemos poniéndole una fecha a esta escalofriante noche: Viernes, 31 de Octubre...
La noche se presentaba revuelta (como el bar) y en fin... el tiempo bueno bueno no es que fuera (para los amnésicos: lloviznaba).
La primera cita con los seres horripilantes, fue en el parque de santa maría, a eso de las 22.00. Sobre las 21.45 de un barrio muy lejano, salía una niña con muy mal aspecto de su casa. Se veía que la muchacha llevaba prisa pues no dejaba de mirar el reloj y hacer llamadas. Por suerte, un transeúnte con una autocaravana (su padre) se ofreció para llevarla al lugar sagrado. Cuando llegó allí se encontró con una macabra escena: un cura muerto, una colegiala en estado de descomposición y un híbrido de diablo danzaban alrededor de un coche con una música satánica. La niña contenta de ver a sus seres (porque no se les puede llamar de otra forma) queridos, dijo adios al transeúnte y se reunió con ellos. Comenzaron otra vez el ritual y la colegiala la informó de que aún faltaba por reunirse con ellos el loco de la colina. Al final, después de mucho esperar bajo el frío amenazador, decidieron largarse en el coche del cura (que había comprado a un vivo) a otro lugar recóndito de esa ciudad maldita.
Durante el trayecto, se ejecutaron diversas purificaciones con la cruz invertida a los peatones sin alma que cruzaban las calles. Todos los seres reían excepto la niña con mala cara... la pobre tenía un corte tan profundo que no era capaz de gesticular sonrisa.
La llegada de estos seres a su destino, causó mucha confusión, pues el cura y el híbrido de diablo desaparecieron en la noche con el coche, mientras que la colegiala y la niña salieron ansiosas por reunirse con el resto. Allí estaban el grupo de humanas amigas de la colegiala (debieron ser sus compañeras antes de que a esta le asesinaran), el futuro Freddie con su amigo ''El Mafias'' y un vagabundo. Ah! se me olvidaba mencionar a la médica esquizofrénica, vestida de humana normal (las apariencias engañan) y a Guille, un intento de reencarnación del protagonista de la naranja mecánica.
Seamos sinceros y francos (bueno no, mejor francos no... ¡lo que nos faltaba!), ahí en esa plaza putrefacta se tiraron como unos tres cuartos de hora, hasta que terminó de llegar gente maja.
Cuando porfin se decidieron desplazar en busca de la sala del ritual sagrado, un problema asaltó a esta pandilla tan peculiar... algunos de ellos no pasaban el baremo (menoría de edad). Pero bueno, esto no resultó ser un problema para nuestros amiguitos, pues encontraron una sala de ritual bastante maja en la que se quedaron un rato. Y así estuvieron toda la noche, emigrando de una sala de ritual a otra, pasando frío bajo la lluvia en sus desplazamientos.




Voy a relatar lo sucedido al llegar a la penúltima y segunda sala de ritual. Allí, con la entrada en trance provocada por el calor, la niña con mal aspecto y la médica esquizofrénica retaron a dos señoritos vigorosos a echar un futbolin, alentadas por la ganada partida anterior. Pero esta vez perdieron... y temieron por su muerte (digo muerte porque vivas no estaban)... Menos mal, que la sangre mezclada con cocacola ayuda a pasar los malos tragos. Llegó un momento en el que algunos seres tenían que abandonar este viaje despiadado hacia la nada, así que la niña y la colegiala decidieron ir a buscar al loco, que el pobre con eso de que no regía, no lograba encontrar al grupo. Tuvieron serias dificultades, pues el loco, al estar loco, interpretaba las cosas a su manera... ¡qué martirio! El resto de seres, al ver que estas dos últimas no volvían, decidieron ir a su rescate (for if the flies) y ya de paso embaucarlas para ir a la última sala de ritual. En esta también se estaba muy bien, porque además ya empezaban a ser poquitos. Pudieron continuar su danza satánica, beber cocacola con sangre etc. El loco parecía estar un poco mas cabal (solo parecía).




A la vuelta sin el cura y lo que ello conlleva, sin coche, el loco, la niña y el híbrido de diablo comenzaron a soltar basura por su boca a la gente de la calle (''quiero una paja'' era exactamente lo que decían). Por el camino, se comentaba, que lo que habían bebido no era sangre de doncella humana, si no sangre de cerdo puesto que el efecto en nuestros seres queridos había sido mas nocivo de lo que ellos esperaban.
Llegados a la plaza donde debían de coger sus respectivos carruajes para volver al cementerio, todos se despidieron con un cálido abrazo porque es evidente que hasta dentro de un año no se iban a ver... (El gobierno ha estipulado esa noche de salida en su calendario y lo que dice el gobierno va a misa).
Así pues, mis queridos drugos, digan adios al relato de estos serecillos, de los cuales no volveremos a saber nada hasta...¡quien sabe cuando...!



Un cordial beso mortal de despedida.

La Dama Negra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esto está un poco descuadrao en cuanto al tiempo, no?